jueves, 9 de abril de 2015

La última cerilla



Perdí la luz, no llegó la caja semanal y así la última de las cerillas exhaló su mortecina luz. Petrificada en la obscuridad mi respiración me delataba, no podía moverme. Me había acostumbrado a ver entre las minucias del fosforo ardoroso, me acostumbre a ver a medias, a vivir a medias, a amar a medias. Entre sombras tenia enraizado el corazón.
La última cerilla se consumió sorda a mis preces y la negrura me cegó el alma. Me sujete a mí misma, perdí la gravedad. Silencio, polidipsia, frío,  llanto seco y deshidratado me aventaron las manos al frente y como poseídos los pies les siguieron . Unos pasos y no encontré nada, nada y se me cimbró el alma.
Algo habrá mas allá de la ausencia- gritaba el alma.
Pocos pasos se me fueron escurriendo hasta que sin mayor sorpresa toque la cortina, esa  cortina que lo guarecía todo. Así, de un jalón vi el orbe escondido tras mis propias manos y me ilumine completa, me atemorice entera pero me vi toda, me toque toda, me inhale toda y en voz muy bajita agradecí la omisión del repartidor de cerillas.
Imponente sorpresa se llevará el, si acaso regresa, al encontrarse en la mano una cerilla que le ilumine su media visión, su media vida, su medio amor y peor aun, a esta repartidora de cerillas que jamás olvida una entrega.

Palabras



Las palabras han perdido su poder.
Me perdí para ti, tal vez.
Mogador cerró sus puertas.
Destrozaste el mapa.
La imprenta del viento dejó de quemar tu piel.
Diluiste ese lado tan mío del corazón.
Benedetti, Cortázar, todos recibieron sus días de vacaciones.
Las palabras se quedaron mudas.
Superaron lo imposible con la nada fragmentada,
La separación  de partículas mías en ti.
Las palabras han perdido su poder.
Entré en la vorágine de extrañarte
Como los primero días, otra primera vez.
Entre tantos minutos hubo obstáculos para extrañarte.
Las palabras están desordenas
Mi puesto de Utopía recibió aviso de desalojo
La utopía no brilla más en tus ojos.
Volví a fumar para sentir que respiraba,
Permiso denegado para permanecer sobre la nube que pisas.
No me preparé para los absolutos.
Las palabras han perdido su poder,
Las palabras perdieron el sentido,
Andan locas, locas de escaparate,
Las palabras andan locas de olvido y sed,
Revueltas por no lograr entender un final a destiempo
Un final de muertos.
Un final de almas de por sí ya rotas sin sentido.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Why?



¿Why are you scared of me?
 ¿Why can’t you answer the easy questions?
¿Why are you so scared of me?
¿Because time hasn’t made the distance any shorter or the feelings fade away?
¿Is it fear or indifference?
¿Is this another one of your games?
¿Why are you scared of me?
¿Why do I like to interpret you silence?
¿Is it because it’s all I have?
¿Is it because I can make up your reasons?
¿Why are you afraid of me?
¿Is it because I love you?
¿Because I still make your heart quiet for an instant?
¿Why are you scared of me?
¿Why are you afraid to see me again?
¿Is it because you don’t trust yourself; or me?
¿Why are you so scared of me?
¿Have I disappeared from your radar, from your song, from your poetry?
¿Is it because with time I’ve become a force not to be trifled with?
¿Why are you afraid of me?
¿Why are you afraid ?
¿Why are you?
¿Why?